Como ya sabréis algunos, mi relación de 7 años con mi pareja se ha terminado.
Para que engañarnos, se pasa mal sobre todo los primeros días, todo es difícil y complicado y buscando un porqué, o alguna razón lógica de la causa.
Después de días de nervios, stress, agobios y tensiones, ahora me viene si cabe otro paso más, que en cierto modo también es un poco agobiante.
Al final, encontré esa casa justa al menos para una persona.
Mi ex pareja y yo, llegamos a un acuerdo y vamos ha realizar una especie de cambio de bienes, así ella se quedará con mi parte del piso actual, y yo me quedo con otro piso que tenía ella en alquiler.
El cambio es fuerte en el sentido de espacio, ya que el nuevo piso tiene solo un dormitorio, aunque son 46 metros cuadrados aprox., aunque por otro lado, me alegro de que sea este, ya que al menos está bastante bien cuidado y nuevo, cosa que no puedo decir lo mismo, de los pisos que tuve que ver hace semanas por las agencias inmobiliarias, pisos que daba pena entrar y deprimían con solo mirarlos y todo ello soltando una cantidad no inferior a los 17 o 18 millones de pesetas. Los de 20 para arriba empezaban a estar decentes pero yo solo no podría pagar todos los gastos.
Así pues, esta es mi segunda mudanza, si contamos la que tuve que hacer para traerme todas mis cosas desde Madrid hacia Alicante.
Y siempre pasa igual, por más que guardas y guardas en cajas parece que nunca acabas, y al final salen más cajas de las que esperas.
Tendré que desmontar también toda una estantería con puertas de IKEA para llevármelo al otro piso y una mesa de despacho.
Seguramente contrate a una empresa de mudanza para que me hagan el transporte, siempre y cuando no sea demasiado caro.
Así pues, las cajas se empiezan a amontonar y apilarse en el salón, a la espera de un nuevo destino, una nueva vida, un nuevo hogar, sin saber bien claro si será algo definitivo o algo temporal.
Cajas que como los recuerdos, guardan esos “tesoros” que vamos acumulando y que en muchos casos nos cuesta desprendernos de ellos.
Si algo bueno tienen las mudanzas es la de poder ver que a veces, tienes cosas que ya no sirven para nada, que ya no usas, o que simplemente son apegos a algo extraño y sin razón.
Y lo mejor en estos casos, es deshacerse de ello, y por otro lado, ganaremos en espacio.
En fin, solo deciros que a partir de ahora no se exactamente cuando podré volver a escribir, ya que entre otras cosas, también tengo que desmontar la mesa que actualmente uso en el despacho, y donde está el ordenador, monitor, etc, y cuando llegue el momento entonces dejaré de usar la conexión a Internet, por un tiempo, hasta que ya en el otro piso, el agua vuelva a su cauce y consiga dar de alta algún tipo de conexión a Internet, etc.
Quizás alguna vez desde el trabajo consiga escribir algo, pero no es seguro...así pues, aprovecho para saludar y los que me leéis, y que sepáis que estaré liado, aunque espero volver cuando me sea posible.
Quizás el siguiente post, hable sobre el nuevo piso, y las nuevas esperanzas.
Saludos
URL de trackback de esta historia http://dibujante.blogalia.com//trackbacks/29655