El próximo día 1 de Noviembre, es uno de esos días, que dicen ser el día de todos los Santos...
Ese día que todo el mundo parece acordarse de los seres queridos que se fueron, un día donde retener en la memoria la amargura y el dolor con las imágenes de una vida y experiencias con aquella persona que ya no está.
Para mi, curiosamente, y con todos mis respetos a aquellos que usan ese día para recordar....tengo que expresar algunos de mis puntos de vista sobre este día y la forma en la que se comercializa con la muerte. Hace días me dejaron un papel en el limpia parabrisas, para que fuese reservando ya las flores para llevar al cementerio, coronas, etc.
Y para que engañarnos, no soy escéptico, cosa rara en blogalia, imagino, ¿? Y en cualquier caso, me gusta ser coherente y ver las cosas desde otro punto de vista, y por supuesto, no soy nada religioso, cosa que creo haber dejado claro en otros temas La espiritualidad no tiene nada que ver con el sectarismo.
Para mi este día, como otros tantos, (día de los enamorados, etc etc). Es un día en el que aunque nos duela, se negocia, se mercadea con la muerte, aunque eso no es nada nuevo, ya lo hacen el resto del año también, los seguros de defunción, gastos de entierros, etc etc...
La muerte en si misma es un hecho natural, que tristemente, en nuestra sociedad, está arraigado en dolor y lo tétrico, cuando en otras culturas no tan distintas a la nuestra, la perdida de un ser querido, es un día de reflexión y de recuerdo pero sin drama, con compresión y aceptación.
Lo triste de todo esto, como decía antes, es el negocio que hay alrededor de todo este mundo, como por ejemplo, el tener que comprar flores para ¿llevárselas a quien? Sin duda, si hay una vida después de la muerte, cosa que los escépticos no aceptan, esos seres no estarán precisamente ahí al pié de la lápida esperando esas bonitas flores.... suena muy materialista.
Muchos incluso se ven con el deber de cumplir con ese sentimiento de culpabilidad, si no se hace. Yo lo respeto pero...no lo veo lógico. Las formas y esculturas de los cementerios no dejan de tener su cierto aire misterioso, no tan tétrico como otros lo quieren ver y en algunos casos hasta poético, pero no es lugar en donde personalmente me guste estar, sinceramente. Estar a solas, es igual en el cementerio, en la playa, en la montaña, que en la habitación.
Si tengo que acordarme de un ser querido, lo haré todos los días o durante todo el año, vida, no necesito un día concreto para comprar flores, las flores se compran para disfrutarlas, no para llorarlas.
La muerte, es inexcusable y está ahí tarde o temprano. Personalmente tampoco acepto el hecho de estar pagando toda una vida para que luego te metan en una celda –nicho- sin ningún tipo de comodidades, sin tv, si luz, sin nada, soledad, vacío y oscuridad, prefiero que mis cenizas se pierdan en el mar o en el bosque y forme parte de la naturaleza, al reencuentro con la vida, con el ciclo vital.
Quizás los santos, prefieran una sonrisa, a tanto dolor, un guiño a la esperanza al tormento del recuerdo, quizás.
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